Vencer la procrastinación no es nada fácil. A veces da más pereza pensar que tienes que hacer algo que el mero hecho de hacerlo. De hecho, la mayoría de las veces tardamos menos en hacer una tarea en comparación con todo el tiempo que pasamos «rumiando» el tener que hacerla. ¿Te pasa a ti también?
Es algo normal. El cerebro tiende a aplazar los asuntos pendientes que son importantes. Esa labor prorrogada nos produce cierta incomodidad, y nuestra mente la suple con actividades menos importantes. Hace que pasen así las horas hasta que acabamos justificándonos y decimos: «Bueno, ya si eso… mañana lo hago«. Y así en modo bucle.
Después de probar con diferentes técnicas para dejar la pereza a un lado y ser más productivo, descubrí la que mejor me funciona. En este artículo te mostraré el método que me ayuda cada día a vencer la procrastinación.
Combatir la procrastinación con disciplinas edulcoradas
Veo en determinados artículos elementos super «guays» para dejar de procrastinar, pero no terminan de encajarme. Está bien que te digan que gestiones bien tu tiempo, que cambies de perspectivas, que trabajes en ambientes propensos a fomentar la productividad, eliminar distracciones, etc. Pero la clave está en que no tienes ganas de atajar el problema en ese momento.
Cuanto más tengamos el viento a favor más ganas vamos a tener de actuar, obviamente, pero creo que tarde o temprano sea cual sea la circunstancia vamos a tener que hacerle frente a ese cometido. Es decir, creo que no debemos edulcorar tanto la situación, lo que tenemos que hacer es romper esa barrera de una vez por todas.
A veces que se tarda más tiempo el pensar en disciplinas mentales y reunión de factores que fomenten la productividad que en pasar directamente a la acción. Por ello sigo la regla de los 5 minutos.
Vencer la procrastinación con la regla de los 5 minutos
Lo que diré te parecerá absurdo, pero quiero que sepas que el primer paso para hacer algo es empezar a hacerlo. No hay más. Te guste más o te guste menos, estés de peor o mejor humor. Tan solo necesitas un mínimo de 5 minutos de fuerza de voluntad. Solo eso. ¿Crees que serás capaz?
La clave está en comprometerse con la tarea que queremos hacer tan solo 5 minutos. ¿Hacemos una apuesta? Te aseguro que pocas veces invertirás solo 5 min. Una vez hayas empezado, siempre le dedicarás más tiempo. La mayoría de las veces la terminarás por completo o avanzarás mucho.
¿Y si solo me pongo 5 minutos?
Lo dudo, pero en ese caso ya habrás avanzado tu cometido 5 minutos. Sé que no es mucho, pero sin duda algo es algo. La regla no es reside en ponerte solo ese intervalo de tiempo, sino que sirva para impulsar la acción de empezar. Sería una especie de técnica pomodoro, pero en su mínimo exponente. Tu y la tarea, frente a frente en un duelo de 5 minutos de dedicación.
Imagina la sensación de bienestar que tendrás cuando veas que has sido capaz de conseguir lo que te has propuesto. Y no solo eso, sino que has hecho más de lo que en principio ibas a hacer. Tan solo estableciendo esa meta. Si estableces objetivos más grandes y no los terminas te sentirás culpable. De esta forma… ¡Todo suma!
Consigue la constancia para dominar a tu mente
Puedes poner ese objetivo de cinco minutos para actividades que te gustaría hacer a diario. Por ejemplo para salir a correr, leer, practicar un idioma, limpiar o aprender cómo tener más visitas en Yutube 😏.
Tu cerebro no puede ponerle argumentos negativos a algo que solo va a durar 5 minutos. Pero luego se va a involucrar en la labor, va a pensar que no era tanto como parecía, le va a pillar el gusto y al final vas a Vencer la procrastinación.
Hace poco publiqué esto en mi Instagram. Venía a decir un poco todo lo que comento en el artículo, pero con este ejemplo. Si vamos abandonando las cosas y las dejamos de hacer, al final sucumbimos a la procrastinación y perdemos cosas que nos hacen bien en nuestra vida o nuestro negocio.
Si has llegado hasta aquí, ¡Muchísimas gracias por tu tiempo! Puedes dejarme un comentario o escribirme cualquier cosa que te apetezca a mi correo electrónico.